Bacalao a la Asturiana

Un día más venimos con una receta de esas para engañar a los que vienen a nuestra mesa. Y es que, querido lector, a pesar de lo que el título diga, este bacalao tiene de asturiano lo que berlusconi de sex symbol. No obstante, como lleva sidra, seguro que eres capaz de hacerlo pasar por asturiano, y si la gente arquea las cejas, ten preparado chorizo en la cocina, un poco de cabrales y asunto arreglado, quedarás como un descendiente directo de Don Pelayo, y el bacalao como nacido en el mismo centro de Gijón.

Dicho esto vamos con un plato de elaboración rápida y sencilla, a la par que resultón.

Ingredientes ( para 2 personas )

- 500 gr. de bacalao desalado
- 1/2 vaso de sidra asturiana gasificada
- 1 cebolla
- 200 gr de champiñones
- Sal y pimienta
- Pimetón dulce
- Aceite de oliva ( virgen o no )

Preparación

Lo primero es agenciarnos una sarten alta, y en ella poner a sofreir con un chorrete de aceite la cebolla cortada en juliana ( vamos finita finita y en trocitos pequeñitos ). Cuando la cebolla empiece a coger un ligero color, añadimos el champiñón cortado de la misma manera, y seguimos salteando hasta que todo quede pochado, que diría Arguiñano, vamos hasta que el sofrito esté hecho y la cebolla dorada.

En el mientras, en una sartén vamos a "marcar" el bacalao. Básicamente para esto pondremos una sartén a fuego máximo, con un chorro de aceite y cuando esté bien caliente, haremos un "vuelta y vuelta" por cada lado del bacalao, procurando que no se pegue. El secreto está en hacerlo 1 minuto por cada lado, en una sarten antiadherente, y moviendo ligeramente.

Una vez tenemos el bacalao marcado, lo añadimos al sofrito, y le agregamos la sidra y el pimentón, dejando reducir el caldo hasta que queda una salsita.

Pues listo, ya tenemos un bacalao a la "asturiana" ... y mientras el que venga no sea de allí, ni haya comido uno como Dios manda ... con este nos sobra.

¡Buen provecho!

Cosas de la granja en salsa de puerros

Como bien dice el título, hoy vamos a cocinar "cosas de granja": lo mismo un pato, que un pollo, que una granjera ... porque así somos nosotros y es que como un buen amigo nos dijo una vez: "yo para una mamada no soy nada racista". Por tanto cogiendo el espíritu de este buen hombre, nosotros tampoco lo somos, y te permitimos llevarte a la boca al animal que más te guste y disfrutar, como prefieras, de tu amor por la carne.

Eso sí, por facilidad de preparación y su buena disposición a ser cocinados nosotros te recomendamos: contramuslos deshuesados de pollo o filetes de cabeza de lomo de cerdo. Que te animas con un entrecot de ternera o un solomillo, pues también te va a salir rico, pero las posibilidades de que te quede seco o duro aumentarán.

Por último comentarte que lo verdaderamente interesante de este plato es que te permitirá disfrutar de sabores orientales bastante aceptables, sin necesidad de sufrir acidez de estómago y repetir aceites vegetales de dudosa procedencia durante horas.

Pues sin más, vamos a cocinar, que es a lo que hemos venido.

Ingredientes ( Para 2 personas )

- 500 gr de carne
- 2 puerros
- 100ml. de agua
- 1 chorro de aceite de oliva
- 1 pizca de curry en polvo
- Pimienta
- 1 pizca de sal
- 1 chorro de salsa de soja

Preparación

Este es un plato sencillo, y únicamente tiene un secreto "el punto de sal". Nuestra recomendación general es que "salpimentéis" la carne que vayáis a usar antes de cocinarla, y que no añadáis más sal durante el proceso de cocción, porque la salsa es "bastante" sabrosa y la salsa de soja reducida da un sabor "ligeramente salado", por tanto, hay que tener cuidado con la sal.

Dicho esto, vamos a empezar. Para cocinar este plato necesitamos una sartén, como siempre, lo suficientemente grande para que no se amontonen los alimentos. En ella, ponemos un chorro de aceite de oliva y el puerro muy troceado.

Esperamos hasta que el puerro tenga un color dorado, incluso está bastante rico el sabor que da si alguno de los trocitos "se tostan" un poco. Cuando tengamos el puerro hecho, lo retiramos.

En ese momento hay que poner en la sartén trozos de la carne que hayamos escogido y que previamente habremos cortado en tiras más bien gruesas y salpimentado. Si la carne es contramuslo de pollo o cerdo, tenemos que ver el aceite que queda en la sartén, con que quede "un poquito" es suficiente, porque son carnes grasas que no necesitan casi aceite para cocinarse.

Las tiras de carne debemos hacerlas al punto si es ternera y bastante si es pollo o cerdo, concretamente hata que los extremos estén ligeramente crujientes.

Una vez tenemos la carne en la forma deseada, añadimos el puerro, y mezclamos. Dejamos reogar unos minutos, y añadimos el agua y espolvoreamos un poco de curry, removiendo el contenido de la sartén. Adicionalmente podemos verter un poco de ajo y de guindilla en polvo ( siempre en cantidades pequeñas )

Por último, cuando el agua se haya reducido a algo menos de la mitad, y empiece a tener el aspecto de una salsa, añadimos un buen chorro de soja ( aproximadamente 2 o 3 cucharadas soperas ) y dejamos reducir hasta que tenga un aspecto consistente.

Pues esto es todo, ya tenemos nuestra receta con aire oriental terminada. Disfrutadla.

Para finalizar y como estamos generosos, os vamos a dar un truco más para esta salsa. Existe en el mercado un aglutinante para salsas "oscuras" de origen alemán muy interesante: soßenfix, leído sossenfix, literalemente salsa rápida, que te permite espesar salsas como la de hoy sin problemas y sin necesidad de reducirlas hasta el punto que queden excesivamente fuertes.

¡Buen provecho!

Arroz con Leche "Me Quiero Casar"

¿Pensábas que no nos íbamos a atrever? Pues estabas equivocado. Ha llegado el momento de transgredir lo instrasgredible ... ¡los postres típicos españoles!. Sí, amigo o amiga, esos postres que tu mamá te hacía cuando eras poco más que un mozalbete, adaptados y desmitificados para que hasta un chimpancé o tú podáis hacerlos sin peligro de pegar fuego a la cocina o a 30 cacerolas. Como nota curiosa decir que hemos bautizado esta receta con el nombre de una de aquellas entrañables canciones de la españa del águila imperial, porque aquí ni el folclore tradicional se escapa.

Sin más, nuevamente, vamos a hacer más alquimia que Adriá y vamos a marcarnos un arroz con leche que probablemente de la receta original solo conserve el arroz.

Ingredientes ( para 4 personas )

- 1 litro de leche con canela y limón
- 2 ramas de canela
- 150~250 gr de arroz bomba
- 1/2 vaso de zumo de naranja
- 1 pizca de sal
- 1 sobre de azucar con vainilla ( aka. azucar vainillado )
- 3 cucharadas de azucar moreno
- 2,5 ml de esencia de limón

Preparación

Vamos al lío. Esta receta aunque tenga ingredientes sencillos, necesita algunas explicaciones y aclaraciones más de las habituales para conseguir algo más que una pasta incomestible.

Primero, busca una olla grande. Advertencia, esto es importante: que en la olla sobre espacio para que el arroz se pueda mover sin dificultad. Ten en cuenta que el arroz incrementa su volumen por lo que si coges una olla "pequeña" donde entren justos los ingredientes, vas a conseguir fabricar un engrudo cojonudo, pero para nada un arroz con leche como mandan los cánones y las abuelas.

Bien, una vez tengas la olla, viertes la leche y la pones a calentar a potencia MEDIA. Para los que son *de*letras*, p.ej. si la vitrocerámica tiene 10, ponla al 5, si la cocina de gas tiene 3 niveles, ponla en el 1,5. Y no hagas experimentos, nada de subidas y bajadas de temperaturas, porque conseguiras quemar el arroz y/o producir lactoalbúmina, aka. nata cuajada. Lo cual *no* es interesante.

Sigamos. En esta leche puesta a calentar vamos a añadir una serie de cosas. Por este orden o por el que te de la gana: las ramas de canela, la esencia del limón y el medio vaso de zumo de naranja. Una vez hecho, queda esperar hasta que comience a hervir.

En lo que esperamos vamos a "dar un remojón al arroz" para retirar "parte" del almidón. ¿Cómo lo hacemos? Sencillo, cogemos un colador, vertemos en el arroz y lo pasamos por el grifo un par de segundos. No hay que cebarse, ni que dejar de hacerlo. ¿Por qué? Básicamente porque si no lo haces, lo normal es que haya un exceso de almidón y por tanto el arroz con leche quede excesivamente pastoso, además las posibilidades de que se pegue aumentan. Sin embargo, si lo lavas completamente, vas a retirar gran parte del almidón y el arroz con leche no quedará lo suficientemente cremoso. Por tanto, ya sabes, un par de segundos o tres y fin.

Además de remojar el arroz, en lo que la leche empieza a hervir tienes que contestarte otra pregunta trascendental, ¿cuánto arroz le pongo?. No hace falta que hagas una tesis porque esto va al gusto del consumidor, si quieres un arroz bastante ligero entorno a 150 gramos, si quieres un arroz bastante denso unos 250 gramos, siempre por cada litro de leche. La experiencia nos dice que el termino medio suele ser lo más recomendable, así que la sugerencia es que pongas entre 180 y 200 gramos.

Bueno, después de la sesuda reflexión y del remojón del arroz lo normal es que la leche esté a punto de hervir y que empieces a ver como se forman "microburbujas" en su superficie. Llegados a ese punto, puedes añadir el arroz a la olla.

Desde el momento que el arroz cae en la leche hasta que finalice la cocción pueden transcurrir aprox. 40 minutos. Pero esto es una estimación a ojo que dependerá de "lo fuerte" que sea el nivel MEDIO de tu cocina, de lo duro que sea el arroz, del tipo de olla que tengas, etc.

Por tanto la recomendación básica para esta operación es la siguiente: quedarse en las inmediaciones del arroz, removiendo casi constantemente y observando como la leche se va reduciendo. Cuando veamos que la leche ha reducido significativamente o cuando veamos que el arroz empieza a estar "hinchado", lo que nos sea más fácil de detectar, es el momento de dar el último toque: echamos el azucar vainillado, la pizca de sal y el azucar moreno.

Desde el momento que echemos el azucar hasta que lo retiremos del fuego NUNCA debemos dejar de remover o las posibilidades de que se pegue serán muy altas.

Y aquí llega la última complicación del arroz con leche, ¿cuando retirar del fuego? Esta respuesta no es sencilla y en ella se joden la mitad de los arroces que se hacen, sobre todo si el que los hace es un poco torpe.

Los puristas dicen que hay 3 principios importantes en esto:

- Después de que el grano deje de estar "duro".
- Antes de que el arroz empiece a romperse.
- Cuando la leche tenga una textura cremosa, es decir, cuando el almidón ha hecho su trabajo, pero siempre antes de que quede seco ( hecho una pasta ).

En conclusión, un arroz retirado a tiempo debe estar blando pero sin estar roto y con una cantidad de leche abundante y cremosa. Si la leche está líquida lo hemos retirado antes de tiempo, si no hay leche es que nos hemos pasado.

Una vez retirado del fuego lo último que queda es dejarlo reposar durante 5 minutos, verterlo en unos cuencos, dejarlo enfriar fuera de la nevera y cuando haya perdido el calor meterlo en la nevera hasta que esté frío. La recomendación es consumirlo al día siguiente de hacerlo.

Ea, que aproveche!

Cuenco del Mar al aroma del Río.

¿A que mola el nombre? Pues no te flipes, querido lector, que esto es una ensaladilla de marisco de las que ha hecho tu madre toda la vida ... sólo que aquí, ya sabes, nos gusta tirarnos el pisto, y hacemos que la mierda de toda la vida reluzca como nueva ;)

En fin, vamos a lo que vamos, que es a la cocina. ¿Qué hace falta para hacer esto?

Primero y muy importante, un sitio para ponerlo, porque esa es la gracia de la receta. Que sí, que parece una gilipollez, pero te garantizamos que es lo más importante del jodido entrante. Esta receta para que quede bien, y sobre todo, para que no parezca una ensaladilla cutre (que es justamente lo que es), necesita una presentación adecuada y de ahí su nombre.

Para este caso hemos elegido algo que se conoce como "presentación individual". Apréndetelo, porque este es un recurso que permite transformar cualquier mierda, que puesta en una fuente parecería recién sacada de la cocina de un bar de mala muerte, en un plato sofisticado y diseñado exprofeso y con cariño para el comensal que lo degusta.

Bien dicho esto, te recomendamos que vayas al Ikea y te compres 4 o 6 chismes de estos con unos cuantos de estos otros. Una vez los tengas, tienes el 60% de la receta.

Ahora sí, vamos a cocinar.

Ingredientes ( para 4 personas )

- 1 lechuga iceberg
- 1 bote de salsa rosa.
- 1 bote de mayonesa.
- 1 cucharada de salsa barbacoa.
- 3 cucharadas de aceite.
- 1 chorro de salsa de soja.
- 1 loncha pequeña de trucha ahumada.
- 1 paquete de camarones congelados y cocidos.

Preparación

Búscate un bol de toda la vida, con capacidad para poner lechuga como para dar de comer a una manada de cabras. Cuando lo tengas, coge la lechuga iceberg ( o la que te de la gana, que no te vamos a imponer nosotros qué verde tienes que comer ) y trocéala hasta que quede en un tamaño reducido, no hace falta que te cortes los dedos haciéndolo, pero sí que la lechuga parezca realmente picada y que tenga un tamaño aceptablemente pequeño. Una vez la tengas picada, viértela en el bol.

Ahora un paso verdaderamente complejo, coge los camarones y añádelos al bol.

Bien, hecho esto, llega el momento de guarrear. Pon salsa rosa en el bol, no te pases, al principio echa "poca" que luego puedes ir añadiendo. Conforme eches salsa, ve meneando con una cuchara para que las gambas y la lechuga se impregnen. En mitad del proceso, añade también la salsa barbacoa, nosotros te hemos dicho una cucharada, tú echa la que estimes, lo mejor para esto es que metas el dedo y lo pruebes.

Vale, pues ya tienes "la base".

Con esta base, rellena los cuencos individuales de IKEA ( o de donde los hayas comprado ), dejando un espacio de aproximadamente 1 dedo en su parte superior.Una vez hecho esto, llega el momento de camuflar nuestra mierda bajo una pátina de elegancia. Para conseguirlo lo que vamos a hacer son 2 cosas.

Primero, cubre con una capa de mayonesa la parte superior del cuenco, de tal forma que no se vea lo que hay debajo, y alisa su superficie. No te pases echando mayonesa, simplemente tiene que ser la suficiente para ocultar las gambas y la lechuga, y permitir aplanarlo.

Segundo, vamos a hacer un aceite de trucha ahumada, ¿cómo se hace esto? Sencillo, te pillas una batidora, le echas 3 cucharadas de aceite de oliva, un poco de salsa de soja ( para darle color negro ) y un trocito pequeño de trucha, más vale echarle poca, e ir rectificando. El secreto está en que tenga sabor, pero siga siendo algo relativamente líquido ( que no parezca una papilla ).

Cuando lo tengas hecho, lo más probable es que el primero te salga como el culo ... así que practica, simplemente tienes que coger una cucharilla y "manchar" cada uno de los cuencos, encima de la mayonesa, con lo que en nouvelle cousine se conoce como "un chorro negro".

Pues eso es todo amigos ... aquí tienes una forma "sugerente" de servir una cutre ensaladilla de marisco / cocktel de gambas.